El arte no es un bien de primera necesidad, pero sí se puede convertir en un negocio y en una gran opción de inversión
Como ya lo dijo el pintor y escultor español Pablo Picasso:
“la inspiración llega, pero debe encontrarte trabajando”.
Aunque se piense lo contrario, el arte sí es una buena fuente de ingresos que está directamente relacionada con las habilidades de marketing que una persona tenga para saber vender su trabajo.
Hay inversionistas que no sólo ponen el ojo temas de tecnología, de seguros, o medios de comunicación; sino que también le apuestan a las obras de arte. Como es el caso de los chinos, que gracias al rápido desarrollo económico de su país, varios empresarios acaudalados depositan sus ingresos en obras de millones de dólares.
Tanto los creativos como los inversionistas deben conocer los siguientes puntos para que el proceso de venta y compra sea positivo para ambas partes:
En México se invierte en…
Los grandes inversionistas apuestan por las firmas que se cotizan muy bien a nivel internacional como las de Gabriel Orozco, Diego Rivera, o de Rufino Tamayo. Y los que apenas deciden hacer este tipo de inversión, se van más por los artistas jóvenes, cuyas obras cuestan unos miles de pesos, y que están convencidos que en un futuro valdrán cientos de miles de dólares. Existen casos en donde las ganancias son de 2,000%.
¿Cómo y cuánto?
Hay subastas en las que desde $50,000.00 se consiguen obras de artistas contemporáneos consolidados, las cuales, a largo plazo, se convierten en una inversión rentable.
Y si lo que se busca es saber más sobre el desempeño financiero del mercado del arte, Jonathan Eley, del Financial Times recomienda usar el Índice de Bellas Artes Mei Moisés.
Es importante hacer inversiones artísticas porque sirve como una cobertura eficaz contra el aumento de precios cuando la inflación aumenta.
Fuentes: Dialnet, Galicia, El Economista
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