Bien se dice que recordar es volver a vivir y por ello varias empresas han hecho uso del marketing de la nostalgia para incrementar sus ventas.
A los 39 años una persona tiene ya definidos sus gustos y por ende no es sencillo que los cambie. Por esta razón las empresas recurren a experiencias pasadas, para que cuando los recuerdos lleguen a su mente sientan de manera inmediata empatía, se logren identificar y compren.
Esta técnica mezcla el pasado con las bondades del presente como lo es la tecnología. Un ejemplo es Instagram, una red social diseñada para dispositivos móviles de última generación que permite subir fotografías con apariencia de los años ochenta.
Pero no se trata de usar esta técnica porque sí. Para que una campaña tenga éxito, tanto los objetos, los logotipos, estilos y la música deben haber sido exitosos en su época ya que como lo informa un estudio publicado en 2014 en el Journal of Consumer Research, cuando los consumidores recuerdan cosas positivas están dispuestos a gastar más.
Las 3 reglas de oro del marketing de la nostalgia son:
El impacto en las ventas por el uso del marketing de la nostalgia ha dado resultados positivos en la generación millennial (personas que nacieron entre 1980 y el año 2000). Ellos han reaccionado bien porque es una generación que ha tenido que enfrentar diversos problemas de índole económico y el hecho de recordar cosas que marcaron su infancia y adolescencia les conmueve.
El hecho de que las empresas conozcan sobre el marketing emocional no solo les permite destacar en el mercado, cada vez más saturado y es más complejo llegar al consumidor, sino que permite desarrollar lazos más estrechos con sus clientes.
Fuentes: Journal of Consumer Research.
Ahora las marcas también conocen cómo funciona el cerebro y buscan crear estímulos que hagan que respondan de cierta forma ante los productos. ¿Quieres saber de qué se trata? En Monex te decimos qué es el neuromarketing.