El consumo privado es el mayor componente de la demanda agregada en países desarrollados, por lo que cuando éste aumenta es señal de que la economía mexicana va por buen camino.
Existe una variable que se usa en el estudio macroeconómico que mide el valor total de bienes y servicios que adquieren los hogares, empresas o instituciones privadas para realizar sus actividades o satisfacer sus necesidades, en un periodo determinado, a éste se le conoce como consumo privado.
Para determinar el consumo privado los analistas hacen uso de otros indicadores como: la confianza del consumidor, las ventas al menudeo, ventas de la Asociación Nacional de Tiendas de Autoservicio y Departamentales (ANTAD) e indicadores laborales.
El funcionamiento del consumo privado es tan sencillo como decir que, a mayor número de empleos, además de otros factores que contribuyen a la mejora de la percepción económica por parte del consumidor, el gasto que realiza la población tiende a aumentar, por ende, las ventas minoristas suben y, como consecuencia se genera un mejor dinamismo de la economía.
En abril de 2017 el consumo privado en México tuvo su mayor alza en 5 años ya que el Indicador de Consumo en el Mercado Interior (IMCPMI) aumentó 0.4% en términos reales frente al mes inmediato anterior, con cifras desestacionalizadas.
La demanda de productos y servicios nacionales, el repunte de bienes de importación, aunado a que la divisa mexicana ha mostrado mayor estabilidad, provocaron un mayor dinamismo en el consumo de los hogares.
Algo curioso fue que la confianza del consumidor de abril disminuyó 5.6% anual, acumuló 15 meses en terreno negativo; sin embargo, se reportó que en el concepto de las posibilidades para comprar muebles, televisores, lavadoras y otros electrodomésticos, incrementó 3.1%.
En el caso particular de la Ciudad de México la economía lleva creciendo arriba de 3.0% anual desde hace seis trimestres, una tendencia que se ha sostenido principalmente por el consumo privado y la generación de empleo.
Fuentes: Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI). El Economista.
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