Se le llama finanzas conductuales a la investigación que estudia los factores emocionales que intervienen en el momento de la toma de decisiones tanto de individuos, grupos y organizaciones.
Cuando de invertir se trata es común que las decisiones vayan de la mano con una carga emocional, de hecho existe una teoría llamada Teoría de la perspectiva, la cual tiene que ver con la aversión a la pérdida, y consiste en que una pérdida hace el doble de daño que la felicidad producida por una ganancia.
Si bien estos movimientos financieros son procesados por partes del cerebro que son responsables de la red del dolor, no todos los inversionistas las enfrentan de la misma manera.
Por ejemplo están los inversionistas intuitivos los cuales toman decisiones de manera emocional y que pueden hacer compras apresuradas cuando los mercados ascienden o que pueden ser víctimas del pánico y vender antes de tiempo.
También están los inversionistas audaces, ellos son los que corren más riesgos en los mercados y escogen instrumentos que prometen ganancias más elevadas, incluso pueden tomar parte de sus ahorros para destinarlos a la inversión.
Existen los inversionistas moderados los cuales actúan con más cautela pero también llegan a tomar riesgos si es necesario, esto con el fin de maximizar sus ganancias. A ellos no les llega a asustar la idea de tener alguna que otra pérdida si con ellas ven la posibilidad de ganar algo extra.
Otra categoría son los inversionistas estratégicos, ellos son los que tienen buen conocimiento de los mercados financieros, de tal forma que tienen más herramientas para evaluar los riesgos y las oportunidades que podrían enfrentar. Es poco frecuente que pierdan el piso o pierdan de vista sus objetivos de inversión.
Los inversionistas realistas son los que tienen los pies en la tierra y difícilmente son influenciados por sus emociones sin embargo llegan a carecer de conocimientos financieros para evaluar los riesgos y las oportunidades que se les pueden presentar.
De los tipos de inversionistas que acabamos de explicar, conoce a cual perteneces al definir tu contexto, necesidades y objetivos y tener en cuenta que puedes tener cualidades de dos o tres perfiles, eso es normal ya que tus posibilidades económicas y necesidades van modificando con el tiempo y como consecuencia también tu perfil.
Fuentes: El Economista. Alto Nivel.