La percepción del cliente sobre la calidad de un producto es el principal motor de la reputación, pero hay más aspectos que definen la competitividad como el entorno de trabajo, liderazgo y finanzas.
La conducta de responsabilidad social permite a las organizaciones elevar su nivel de competitividad, les brinda las posibilidades de obtener y conservar la garantía social necesaria para realizar sus actividades, es un medio eficaz para gestionar riesgos, diversificar las actividades, e incrementar la productividad.
Un estudio patrocinado por el World Resources Institute identifica cuatro razones que, desde distintos ámbitos (empresas clientes, inversores individuales, equipo directivo, etc.), podían motivar al sector financiero a incorporar el medio ambiente en su gestión, relacionados con:
- La creación de valor
- La regulación
- La reputación o imagen pública
- La ética y la responsabilidad social de los agentes
Las Líneas Directrices de la OCDE para Empresas Multinacionales son las recomendaciones dirigidas por los gobiernos a las empresas multinacionales que operan en países adherentes o que tienen su sede en ellos.
Estas directrices constituyen un código de conducta de responsabilidad social, exhaustiva, acordada multilateralmente y tienen como objetivo promover la contribución positiva de las empresas al progreso económico, medioambiental y social de todo el mundo.
En las líneas directrices se consideran 3 elementos que relacionan el medio ambiente con la toma de decisiones financieras:
- La identificación de fuentes de riesgo y/o oportunidad para la creación de valor.
- La evaluación de acciones alternativas encaminadas a incrementar el valor o a reducir el riesgo.
- La toma de una decisión basada en un análisis de los costes, de los beneficios y de la incertidumbre asociados a cada una de las alternativas.
La Comisión Europea aporta 6 diversas formas en que el sector financiero puede interactuar con el medio ambiente y son:
- Como inversores, proporcionando la inversión necesaria para alcanzar el desarrollo sostenible.
- Como innovadores, desarrollando nuevos productos financieros para potenciar el desarrollo sostenible.
- Como valoradores, poniendo precio a los riesgos y estimando rendimientos.
- Como poderosos grupos de presión, pues en su condición de accionistas y de obligaciones pueden influir considerablemente sobre a gestión de las empresas.
- Como contaminadores, no a nivel del sector industrial, pero con un impacto agregado importante relacionado sobre todo con el consumo de recursos.
- Como víctimas de la degradación del medio ambiente y como potenciales beneficiarios de su gestión activa.
El Centro Mexicano para la Filantropía afirma que la responsabilidad social influye positivamente en el comportamiento de los consumidores: por cada 5 puntos que se mejoran en una organización, aumenta la reputación 7.5% y la intención por parte del consumidor de recomendar el producto y/o servicio, 7.3% la intención de comprarlos y 6.1% la intención de hacer un esfuerzo especial para concederle el beneficio de la duda en caso de crisis.
Fuente: World Resources Institute, OCDE, Centro Mexicano para la Filantropía.
En Grupo Financiero Monex hemos recibido por 15 años consecutivos el distintivo Empresa Socialmente Responsable que otorga el Centro Mexicano para la Filantropía (CEMEFI) y Alianza para la Responsabilidad Social en México (AliaRSE).
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