México requiere un consenso nacional para desarrollar y ejecutar una agenda digital y mejorar la competitividad.
El cambio tecnológico, ha hecho que las personas tengan mayor conocimiento sobre los beneficios y usos de las herramientas y servicios de las Tecnologías de la comunicación (TIC), lo cual está originando un cambio social y tiene impacto directo en cómo se organizan las empresas y la forma en que se relacionan con sus clientes.
El profesor Javier Zamora, del Business School: Universidad de Navarra (IESE), comenta sobre el uso de estas tecnologías:
“la adopción de estas nuevas tecnologías no debe verse únicamente como una amenaza en la destrucción de la cadena de valor tradicional, sino como una potente herramienta de la competitividad de las empresas".
En México se requiere un consenso nacional para desarrollar y ejecutar una agenda digital y con ello mejorar la competitividad. Dicha agenda debe convertirse en una prioridad. Los países que la han creado, logran avanzar, tanto en la adopción acelerada de TIC, como en sus respectivos índices de competitividad.
La Industria de Tecnologías de Información y Comunicaciones debe jugar un papel fundamental para construir una agenda digital. La industria conoce los avances tecnológicos y cuenta con los elementos idóneos para integrar nuevas tecnologías a los procesos productivos.
El Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO) afirma que las TIC no sólo permiten hacer un uso más eficiente y eficaz de los recursos públicos y privados, sino también permiten transparentar la información disponible e incentivar la innovación.
Las posibilidades que ofrece la web 2.0, facilitan la comunicación bidireccional, en la que los clientes tienen la posibilidad de expresarse de forma directa con la empresa durante todo el proceso en el que interactúa con ella.
Se debe tener presente a los nativos digitales ya que en un futuro se convertirán en los nuevos clientes y empleados, en el mundo de los negocios digitales.
La radio tardó 38 años en alcanzar una audiencia de 50 millones de personas, Internet llegó a esa misma cantidad de personas en apenas cuatro años, por lo que poder de las TIC es incuestionable.
Ante este panorama, el principal reto al que se enfrentan los directivos es cómo gestionar los cambios culturales para adoptarlos de forma correcta a su empresa.
FUENTE: Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), Javier Zamora del del Business School: Universidad de Navarra (IESE)
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