¿Tu empresa adquirió Productos Derivados? Entonces descubre cómo se les puede sacar el mayor provecho y para qué se pueden utilizar.
La cultura de la prevención se ha vuelto una práctica fundamental para las empresas y en el mundo de las finanzas no es una excepción ya que existen los cisnes negros, estos son hechos improbables, impredecibles y de consecuencias inimaginables que cambian todo el panorama y que hacen que las predicciones realizadas sean inválidas.
Ante estas adversidades están los productos derivados, instrumentos financieros cuyo precio se vincula a otro activo, índice bursátil, tasa de interés o tipo de cambio.
Los derivados son instrumentos financieros que están vinculados a otros valores, como acciones o bonos. Su valor se basa en el activo principal al que están vinculados y, por lo tanto, no valen nada en sí mismos.
Con los derivados financieros puedes flexibilizar y ajustar tus inversiones. En el primer caso, puedes posicionarte de manera alcista o bajista, e incluso beneficiarte de un mercado lateral. Y en el segundo, ajustar tus inversiones a la visión de mercado que se presente.
Para sacarles provecho, cuando los contratas primero pregunta por la rentabilidad mínima que podrías obtener en un futuro y qué pasaría en el caso de que necesites sacar tu dinero antes del tiempo acordado.
También puedes usarlos ante la aparición de la evolución adversa de precios. ¿Cómo? Mediante una política de cobertura que te permita acotar el tipo de cambio. Una vez que tú y tu asesor financiero definieron la política, elaboren el portafolio, este se debe componer de: Contratos Forwards y Opciones.
Obtener acceso a mercados
Además de la gestión de riesgos, los derivados también se pueden utilizar en carteras para obtener acceso a mercados o activos particulares de forma rápida y económica. Uno de los conceptos básicos de los derivados es que replican eficientemente la exposición a un índice subyacente.
Los derivados también se pueden usar para cumplir con los objetivos de asignación de activos; en lugar de comprar y vender valores físicos para alterar las exposiciones, estos se pueden lograr a través de contratos de derivados a costos de transacción más bajos.
¿Que son los contratos forward?
Los Forwards son contratos que establecen en el presente, la obligación de comprar o vender en el futuro, cierta cantidad de un activo subyacente a un precio fijo determinado.
Por otro lado, las Opciones son contratos que otorgan en el presente, el derecho (no la obligación) de comprar (Calls) o vender (Puts) en el futuro, cierta cantidad de un activo subyacente mismo que puede determinar el cliente.
Los productos derivados no sólo los pueden usar las empresas que importan y exportan, también las compañías que tienen créditos, ya sea a tasa variable o a tasa fija, y con ellos pueden mitigar riesgos mediante un portafolio que administre el movimiento de las tasas de interés.
Los derivados son instrumentos financieros un tanto difíciles de entender. Pueden ser excelentes herramientas para aprovechar tu cartera al tener mucha flexibilidad al decidir si ejercerlos o no.
Sin embargo, también son inversiones arriesgadas. Si planeas comprar un derivado, asegúrate de tener en cuenta el período de tiempo especificado y prepárate para lidiar con el hecho de que son herramientas de inversión volátiles.
Existe la idea de que los Derivados únicamente los pueden usar las grandes empresas, pero también las pequeñas o medianas e inclusive individuos. Si quieres saber que son los productos derivados financieros y como incluirlos en tu portafolio te invitamos a entrar a: https://www.monex.com.mx/portal/banca-privada/38/derivados-estructurados