La relación entre un individuo y la empresa para la que trabajan no es siempre cooperativa y satisfactoria, ya que en muchas ocasiones la organización tiende a crear entre los individuos un sentimiento de frustración, conflicto, pérdida y una corta perspectiva de permanencia en el cargo.
La interacción entre personas y organizaciones entra en un proceso de reciprocidad, en donde la organización realiza ciertas cosas para el trabajador, lo remunera, le da seguridad y estatus, mientras que de modo recíproco, el empleado responde con su trabajo, realizando las tareas correspondientes.
Según el portal psiquiatria.com las dos partes de la interacción están guiadas por acciones correctas y equitativas y según los psicólogos esto lo denominan "contrato psicológico".
¿Qué es un “contrato sicológico”?
Es un acuerdo tácito entre el individuo y la organización además de ser un elemento importante en cualquier relación laboral. Cabe recalcar que en toda empresa debe existir la un contrato formal y escrito y el "contrato psicológico".
El contrato formal es una elección mutua y el sicológico es un desarrollo en el que se espera reciprocidad y en el cuál le corresponde al área de recursos humanos asegurarse de esto.
Los Recursos Humanos y el sicólogo industrial
A Recursos Humanos le corresponde la planeación, organización, desarrollo, coordinación y control de técnicas capaces de promover el desempeño eficiente del personal que colabora en la empresa para alcanzar los objetivos preestablecidos.
El objetivo del ARH deriva en impulsar a los miembros una cultura de servicio y de productividad, enfatizando la calidad total de los trabajadores para que repercuta en el beneficio de la empresa y la sociedad.
En esta área es en donde entra el trabajo del psicólogo industrial y organizacional, quien se encarga de dominar los principios de la manifestación conductual individual y grupal, trazando objetivos claros y persuadiendo a través de una comunicación bien estructurada.
La psicología y la motivación
Existen muchos tipos de motivaciones como las actividades grupales o los retiros a un entorno fuera de la empresa. Estos se realizan con el fin de que mejoren las relaciones internas o en situaciones de cambio o innovación.
Por ejemplo, cuando hay un cambio en la plataforma de tecnología de la empresa, se debe incrementar el esfuerzo en motivaciones debido a la resistencia al cambio que pueda existir entre los empleados. Este tipo de gestos son generalmente bien recibidos por los colaboradores y convierten una situación difícil en un espacio de trabajo cordial y respetuoso.
Otra forma de motivar son los programas de formación al igual que los programas de promoción. Cuando un colaborador no encuentra un futuro en su puesto de trabajo o siente que ya no tiene nada más que aprender en él, se desmotiva y reduce su productividad.
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Fuentes: blogderecursoshumanos.es