Cuando aumenta el costo de vida, en otras palabras, la cantidad de dinero necesaria para mantener un cierto nivel de vida, las finanzas de las personas pueden verse afectadas. Pero, ¿y las inversiones?
Generalmente es recomendable en épocas de inflación optar por inversiones cuyo rendimiento sea superior a la tasa de inflación. Así no verás disminuir tu poder adquisitivo. Con una tasa de inflación del 7 por ciento, por ejemplo, se deben evitar muchas inversiones que ofrezcan rendimientos por debajo de esa tasa.
La inflación puede tener repercusiones desafortunadas en nuestras finanzas al erosionar nuestro poder adquisitivo. Para los inversionistas, puede ser favorable o no, dependiendo del tipo de inversiones que tenga, los vencimientos y los objetivos de inversión.
Por ejemplo, un inversionista de renta fija podría preocuparse de que el aumento de la inflación perjudique su rendimiento. Supongamos que un bono ofrece un rendimiento del 5 por ciento, pero la tasa de inflación es del 7 por ciento: el rendimiento ajustado por inflación es entonces negativo (-2 por ciento).
Para el inversionista que posee bienes inmuebles, como una residencia, la inflación tendrá el efecto de aumentar el valor de esta propiedad, pero este aumento de valor se convertirá en un obstáculo para los compradores potenciales. En cuanto a los préstamos hipotecarios, la cantidad prestada seguirá siendo la misma bajo inflación, pero el precio de la residencia asociada se incrementará.
Muchos inversores creen que las acciones brindan protección contra la inflación. Las empresas que cotizan en bolsa pueden aumentar los precios de los bienes o servicios que ofrecen para cubrir los aumentos de costos causados por la inflación, y esta capacidad les permite crecer para mantenerse al día con la inflación. Al hacerlo, pueden mantener o seguir aumentando sus márgenes de ganancia, lo que beneficia a los tenedores de esas acciones.
Por otra parte, un activo tangible como el oro a menudo se presenta como una respuesta al riesgo inflacionario. El oro es el baluarte histórico y más popular contra la inflación, ya que tiene un buen desempeño en un entorno inflacionario a largo plazo.
Cabe señalar que una inflación más alta también significa mayores ganancias e incluso dividendos más altos si es que tienes inversiones en acciones. Sin embargo, hay que tener cuidado, pues el precio de las acciones puede caer en cualquier momento, incluso para empresas que se muestran sólidas. En este caso, se recomienda una inversión de largo plazo para “suavizar” el riesgo en el tiempo.
La inflación puede reducir tus ahorros incluso si has asegurado tus fondos en una cuenta de ahorros con una tasa de interés promedio.
En teoría, cuando el dinero está trabajando, tus ganancias deberían seguir el ritmo de la inflación. Cuando vives de tus ahorros, como en la jubilación, la inflación disminuye tu poder adquisitivo.
Por estas razones es importante tener en cuenta la inflación en tus ahorros para la jubilación a fin de garantizar que tenga suficientes activos para cubrir sus años de jubilación.
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