Cualquier portafolio de inversiones estará sujeto a un cierto riesgo con el tiempo. La exposición de una cartera al riesgo debe gestionarse para evitar pérdidas permanentes de capital.
Cuando se trata de invertir, el riesgo y el rendimiento van de la mano. Los inversionistas son recompensados por asumir riesgos, pero ese riesgo a veces resulta en pérdidas, tanto permanentes como temporales.
Además de la volatilidad, los inversores enfrentan, riesgo de liquidez, riesgo de crédito, riesgo de inflación, riesgo de horizonte y riesgo de longevidad. Muchos de estos riesgos pueden mitigarse mediante un análisis exhaustivo y mediante la diversificación.
La volatilidad es la forma de riesgo más conocida. Los portafolios de inversión son particularmente susceptibles a la volatilidad causada por el riesgo de mercado, ya que muchos activos están correlacionados. Por esta razón, la diversificación es más que simplemente distribuir una cartera en varias inversiones.
La mayoría de los instrumentos de renta variable generan rendimientos positivos con el tiempo, pero también presentan volatilidad. Una solución para tolerar esa volatilidad es la diversificación de la cartera.
Al distribuir un portafolio de inversión en varias clases de activos, toda la cartera no estará sujeta a la volatilidad de ninguna clase de activos. Cuanto menos correlacionadas estén las inversiones en una cartera, menor será la volatilidad, no obstante existen algunos activos que tienen una correlación negativa que puede reducir aún más la volatilidad del portafolio.
Por ejemplo, el oro es visto como un refugio seguro, lo que significa que el precio del oro a menudo se aprecia cuando los activos más riesgosos, como las acciones ven caer sus precios.
Una de las principales responsabilidades de los asesores financieros es tomar decisiones de asignación de activos para optimizar los rendimientos a largo plazo y minimizar el riesgo. Para generar mayores retornos, una cartera necesita estar expuesta a algunos activos riesgosos, pero los activos con mayores retornos esperados vienen con una mayor volatilidad.
La diversificación permite compensar la mayor volatilidad de los activos de mayor riesgo al incluir instrumentos no correlacionados. A largo plazo, una cartera de activos diversificada tendrá una volatilidad general más baja.
El riesgo de concentración es un tipo de riesgo de cartera comúnmente ignorado, ya que ocurre cuando los valores en una cartera están altamente correlacionados o expuestos a las mismas fuerzas económicas y de mercado.
Dentro de una cartera de acciones, las acciones de diferentes industrias, sectores y países deberían reducir la volatilidad general. Las acciones también se pueden diversificar por capitalización de mercado, etapa de madurez y tasa de crecimiento.
La mejor manera de evitar el riesgo en tu portafolio es asesorarte con los expertos para tomar buenas decisiones de inversión y mantener tus emociones bajo control durante los momentos de estrés del mercado.