Los inversionistas revisan y leen grandes cantidades de información, la lectura ejercita al cerebro, pero cuando se trata de textos de escritores como Shakespeare este órgano se beneficia aún más.
Beneficios de la lectura para los inversionistas
La lectura relaja, estimula la imaginación, agiliza la mente, permite incrementar nuestro vocabulario y brinda autonomía e independencia mental porque fomenta el sentido crítico.
En ocasiones, los libros que emplean un lenguaje antiguo y rebuscado resultan aburridos, sobre todo para los que están más familiarizados con las ciencias duras, pero está comprobado que es benéfico para el cerebro leer textos de Miguel de Cervantes Saavedra, T.S. Eliot, Henry Vaughan o William Shakespeare.
Científicos de la Universidad de Liverpool demostraron que el lenguaje que empleaba el dramaturgo William Shakespeare (convertir verbos en sustantivos y sustantivos en verbos), permite que el cerebro se ejercite, aumenta la actividad cerebral y brinda un mayor nivel de concentración.
Por medio de un electrocardiograma, los científicos analizaron las reacciones de 20 participantes y descubrieron que cuando hay una palabra que cambia la gramática, el cerebro se estimula de manera positiva.
El profesor Neil Roberts, del Centro de Investigación de Análisis de Imagen de Resonancia Magnética de la Universidad (MARIARC) comenta:
“Cuando nos enfrentamos a un lenguaje común, la actividad cerebral es tranquila (hasta cierto punto aburrida) y cuando el cerebro se percata de oraciones que “no encajan” este órgano se ejercita”
Mantén el hábito de la lectura
Estas lecturas rebuscadas y un tanto complejas favorecen las conexiones neuronales, si se hacen de forma habitual. El Coordinador del Grupo de Estudio de Conducta y Demencias, Guillermo García Ribas comenta al respecto: “nuestro cerebro, para que goce de una buena salud, necesita que lo mantengamos activo, que lo ejercitemos”
Sin duda todo inversionista debe tener el hábito de la lectura, y qué mejor si son clásicos literarios, pues recordemos que al leer frecuentemente disminuimos el riesgo de sufrir estrés, el cual es el origen de muchas dolencias neurológicas como cefaleas, epilepsias o trastornos del sueño.
Fuente: Estudio Universidad de Liverpool, Neil Roberts Profesor del centro de investigación de análisis de imagen de resonancia magnética y Guillermo García, Coordinador del grupo de estudio de conducta y demencias.