Si ya decidiste que quieres invertir en el mercado de valores, ahora tienes que saber cómo escoger los activos que integrarán tu portafolio de inversión, pues la adecuada selección de activos puede generar ganancias durante las alzas del mercado y reducir las pérdidas durante las bajadas del mercado.
Este es un proceso importante que se puede llevar a cabo de forma programada o cuando las condiciones del mercado justifican un cambio. La selección de activos depende de múltiples factores.
Un elemento fundamental para la selección de activos es la tolerancia al riesgo del inversionista. Los inversionistas más jóvenes tienden a tolerar más riesgos en el mercado, ya que las probables pérdidas a corto plazo se desvanecen con el tiempo. Sin embargo, los inversionistas mayores que se acercan a la edad de jubilación deberían reducir el riesgo, ya que pueden confiar más en los ingresos generados por sus carteras.
La tolerancia al riesgo debe ajustarse a medida que el inversor envejece, y las asignaciones deben inclinarse más hacia vehículos de renta fija más estables.
Es importante también plantear un horizonte temporal de inversión, es decir, cuántos meses, años o décadas invertirás para lograr un objetivo financiero en particular.
Un inversionista con un horizonte temporal más largo puede sentirse más cómodo asumiendo una inversión más riesgosa o más volátil porque puede tolerar ciclos económicos lentos y los altibajos inevitables de los mercados. Por el contrario, un inversionista que ahorre para la educación universitaria de un adolescente probablemente querrá correr menos riesgos porque tiene un horizonte temporal más corto.
Cuando se trata de invertir, el riesgo y la recompensa están inextricablemente entrelazados. Todas las inversiones implican cierto grado de riesgo, por lo que si tienes la intención de comprar valores, como acciones, bonos o fondos, es importante que comprendas que podría haber volatilidad y generar pérdidas temporales en el portafolio.
La recompensa por asumir riesgos es la posibilidad de un mayor retorno de la inversión. Si tienes una meta financiera con un horizonte de tiempo largo, es probable que ganes más dinero invirtiendo cuidadosamente en categorías de activos con mayor riesgo, como acciones, en lugar de restringir tus inversiones a activos con menos riesgo, como los bonos.
Otro elemento que debe analizarse es el tipo de activo respecto al sector que representa. Los sectores que se consideran de mayor riesgo incluyen biotecnología, tecnología de la información, finanzas y consumo.
Los sectores menos riesgosos dependen más de los ingresos por dividendos, como los servicios públicos, la energía, los bienes de consumo y los fideicomisos de inversión inmobiliaria, que pagan la mayor parte de los ingresos en dividendos.
Como te diste cuenta, la selección de activos implica analizar diferentes categorías de activos, como acciones, bonos y efectivo, pero también aspectos relevantes como la edad y el horizonte temporal de la inversión.
El proceso de determinar qué activos mantener en tu cartera y cómo combinarlos es muy personal. La selección de activos que funcione mejor para ti en cualquier momento de tu vida dependerá en gran medida de tu horizonte temporal, de tu capacidad para tolerar el riesgo y de contar con un buen asesor que te oriente y guíe durante el proceso.