Los derivados financieros son alternativas inalcanzables o limitadas para expertos. Si eres de un perfil agresivo, te ayudarán a cubrirte del riesgo. Conoce cómo usarlos a tu favor.
Cuando realizas un examen de conciencia sobre tu objetivo de inversión y reconoces que puedes construir una estrategia con un perfil agresivo, entonces sabes que estás abierto a incluir en tu cartera instrumentos que antes no habías imaginado probar. Acercarte a nuevas opciones te permitirá tener inversiones más rentables, con un riesgo balanceado y alineadas a tus objetivos. Por ejemplo, podrás integrar alternativas que te ayudarán a cubrirte de riesgos inesperados, como los derivados financieros.
Recuerda que para definir tu perfil tienes que considerar cuatro elementos básicos que son: horizonte de inversión, rentabilidad esperada, liquidez y percepción del riesgo. Por ello, si puedes mantener tu patrimonio invertido con un horizonte de largo plazo, la liquidez no es indispensable y entiendes que el riesgo se disipa a través de diversificar tu portafolio, entonces estás listo para acercarte a herramientas de inversión más sofisticadas como los derivados financieros.
Cuando integras estos activos a tu portafolio ––con la guía adecuada de tu asesor financiero––, los derivados se convierten en el perfecto aliado ya que te ayudan a cubrirte de posibles cambios inesperados en la tendencia de un activo, por ejemplo:
-
Cambios en las tasas de interés y en los precios de las acciones
-
Cambios en los precios de las divisas
-
Cambios en la oferta y demanda global de productos básicos como cultivos, metales preciosos y productos energéticos como el petróleo y el gas natural
Agregar un derivado financiero te ayuda a protegerte contra la inflación o la depreciación de divisas en las que operas tradicionalmente, y te permite generar rendimientos que no están correlacionados con inversiones más tradicionales. Estos instrumentos no son tan conocidos y masivos como las acciones bursátiles, pero son igual de necesarios en tu portafolio. En especial por los dos grandes beneficios que le brindan a tu cartera:
- Descubrimiento de precios
Los precios del mercado de futuros dependen de un flujo continuo de información de todo el mundo y requieren de un alto grado de transparencia. Una amplia gama de factores (condiciones climáticas, situaciones políticas, incumplimiento de la deuda, desplazamiento de refugiados, recuperación de tierras y salud ambiental, por ejemplo) impactan la oferta y demanda de activos y, por lo tanto, los precios actuales y futuros de los activos subyacentes en que se basa el contrato derivado. Este tipo de información, y la forma en que las personas la absorben, cambia constantemente el precio de un producto. Este proceso se conoce como descubrimiento de precios. - Gestión de riesgos
Este podría ser el objetivo más importante del mercado de derivados financieros. La gestión de riesgos es el proceso de identificar el nivel que ‘toleras’ de riesgo y lograrlo a través de integrar coberturas. Por ejemplo, un futuro de la paridad peso-dólar o un futuro del precio del petróleo de la mano de la inversión en una acción en una empresa petrolera.
La cobertura se ha definido tradicionalmente como una estrategia para reducir el riesgo de mantener una posición en el mercado. En la actualidad, las estrategias de cobertura con derivados son herramientas o técnicas útiles que permiten a los inversionistas ––y sobretodo a las empresas–– administrar los riesgos de manera más efectiva.
Como podrás notar, el mundo de los portafolios de inversión está lleno de alternativas para los inversionistas que eligen lo mejor para cumplir su objetivo financiero de la forma más eficiente. Si eliges los instrumentos adecuados y respetas tu estrategia, verás cómo crece tu patrimonio rápidamente.
Si quieres iniciar un portafolio de inversión diversificado con alternativas más sofisticadas, puedes acercarte a los expertos de Banca Privada de Grupo Financiero Monex. Ellos saben cómo hacer que tu dinero trabaje para ti.