Con este tipo de derivados los inversionistas pueden especular sobre los movimientos de los instrumentos financieros para lograr una ventaja en su portafolio.
Los derivados ofrecen la posibilidad de cubrir un activo ante diversos factores que ocasionan volatilidad en cualquier transacción financiera, con el objetivo de dar estabilidad disminuyendo el riesgo.
Entre esas alternativas que ofrecen los derivados están los contratos de swap, que son únicos entre dos partes en un intercambio o transacción financiera en un tiempo pactado en ese mismo contrato. Estos contratos se dice que están hechos a la medida de las necesidades específicas de los inversionistas por lo que se consideran de over-the-counter (OTC), lo que significa que no se pactan en bolsas organizadas.
Al ser similar a un OTC, el swap del Mercado de Derivados Mexicano (MexDer), toma como referencia la tasa de interés interbancaria de equilibrio de 28 días (TIIE28) que publica el Banco de México.
Las funciones de los swap, principalmente, son para cubrir el riesgo que puede enfrentar un inversionista sobre algún activo como el tipo de cambio o reducir el riesgo de liquidez. Aunque también se puede utilizar para especular sobre los movimientos del mercado y obtener un valor agregado en su portafolio.
Con este derivado los inversionistas pueden especular sobre los movimientos de ese activo y anticiparse a un escenario negativo. Un ejemplo puede ser que los gobiernos adquieren swaps de divisas o de materias primas, como el petróleo y el oro, ya que este instrumento se encarga de compensar las variaciones en el precio de los activos.
De manera particular existen diferentes tipos de swaps que dependen del tipo de activo, si son para índices bursátiles, tasas de interés, materias primas o commodities, o bien, si son para divisas. De acuerdo con el Mercado Mexicano de Derivados (MexDer) los tipos de swaps se clasifican en:
Swaps de tasas de interés: es un contrato financiero en el cual dos agentes económicos intercambian un flujo de intereses determinado durante un plazo determinado, todo acordado en el convenio previamente. Con este derivado hay un intercambio de obligaciones de pago correspondiente sobre un valor nocional –que es el monto de dinero específico que le corresponde al activo– y de la divisa.
Te presentamos un esquema con la forma de operar de este instrumento:
Swaps de materias primas o commodity swaps: es una transacción pactada para el intercambio de dinero basada en un precio de una materia prima, por ejemplo, el oro. Con el swap se compensa la diferencia que puede existir entre el precio del mercado y el precio establecido en el contrato.
Swaps de índices bursátiles: en este caso estos tipos de derivados se pueden intercambiar el rendimiento o las ganancias del mercado de dinero con el rendimiento del mercado bursátil.
Swap de tipo de cambio: son una variante de los swap de tasas de interés. En este caso es cuando las dos contrapartes intercambian flujos financieros en dos divisas diferentes.
Con este tipo de operaciones sí debe existir una entidad financiera o un banco que tome el rol de intermediario para garantizar que la operación se lleve a cabo correctamente. En este caso MexDer es el intermediario encargado de gestionar estos contratos.
¿Cómo funciona un swap?
En general, los swap funcionan como una cobertura de riesgos, en especial para los tipos de cambio y commodities, también pueden permitir el intercambio de intereses o bien realizar una operación con dos divisas.
Los swaps brindan a los inversionistas la oportunidad de intercambiar los beneficios o flujos de sus valores entre sí. Por ejemplo, una de las partes puede tener un bono con una tasa de interés fija, pero está en una línea de negocios donde tienen razones para preferir una tasa de interés variable, pueden celebrar un contrato de intercambio con otra parte para cambiar las tasas de interés.
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