El Capital Privado es una opción para diversificar el portafolio de inversión y ofrece retornos atractivos con un riesgo relativamente bajo.
Los fondos de Capital Privado le permiten a las organizaciones crear empleos, les da profesionalización e institucionalización, crea mayor acceso a nuevos inversionistas, abre paso a otras fuentes de financiamiento y brinda una buena reputación en el mercado de las empresas invertidas.
De acuerdo con cifras de la Asociación Mexicana de Capital Privado (AMEXCAP), de 2000 a 2014, lo fondos de Capital Privado con operaciones en México han levantado $27,500 millones de dólares, con datos a febrero de 2015.
En el país operan 125 administradores de fondos, los cuales, 35% se especializa en Capital Privado; 3% en Capital Emprendedor; 43% en Bienes Raíces; 15% en Infraestructura, y 4% en Fondos de Fondos (que proveen recursos a los fondos de Capital Privado).
Es fundamental que el CFO sepa que el Capital Privado es un esquema de inversión, integrado por un grupo de socios inversionistas que adquieren participación en compañías privadas, que en el caso de México, no cotizan en la Bolsa Mexicana de Valores (BMV).
A pesar de que en Estados Unidos este esquema surgió en la década de los 70, y en Brasil se desarrolló en los 90, en nuestro país aunque continúa creciendo, aún existe una falta de conocimiento generalizado y una baja penetración en comparación con Reino Unido, Estados Unidos e Israel.
La tasa de crecimiento anual promedio del número de colaboradores en empresas con inversión de Capital Privado fue de 77.07%, esto en base a la 2º edición del estudio “Capital Privado Como Impulsor de las Empresas Mexicanas”, realizado por la firma KPMG, en colaboración con la Amexcap.
El mismo estudio menciona que por cada peso de utilidad generado de forma agregada al inicio del periodo, se generaron $6.37 pesos de utilidad al final por las empresas con inversión de Capital Privado.
El socio del área Global Strategy Group de KPMG, Óscar Silva, habló al respecto:
“los fondos de Capital Privado apoyan no solamente con capital, sino también con transferencia de conocimiento a organizaciones mexicanas para incrementar su competitividad. Esto se traduce en tasas de crecimiento más altas para poder ganar participación en los mercados globales”.
FUENTE: Asociación Mexicana de Capital Privado (AMEXCAP)
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