Si ya sabes que quieres invertir tu patrimonio y crear un portafolio de inversión bien diversificado y estructurado, entonces el siguiente paso es construir una estrategia de inversión personalizada. Para ello, debes trabajar de la mano con tu asesor financiero y elegir cuáles son los instrumentos que mejor se acomodan a tu perfil. Tal vez estás listo para ser un inversionista agresivo.
Recuerda que tu perfil se basa en varios factores, entre ellos, tu horizonte de inversión y tolerancia al riesgo, así como la expectativa que tienes de rendimientos y la liquidez con la que necesitas tener tus recursos. Una vez que hayas determinado tu perfil, sabrás la combinación de activos requerida para lograr tus objetivos dentro del marco de tiempo elegido. Los cuatro elementos que determinarán qué activos conformarán tu cartera deben estar basados en tu:
Si después de analizar estos cuatro elementos definiste junto con tu asesor financiero que tu perfil de inversión es AGRESIVO, entonces puedes crear una cartera con instrumentos que te brinden la versatilidad que necesitas. Entre tus principales alternativas están:
En esencia, son una ‘canasta' de activos diferentes ensamblada por un banco, casa de bolsa u otra entidad, que se construye para ser un vehículo de inversión.
El fondo tiene uno o más administradores o personas que se dedican a escoger esos títulos. Hay fondos de renta variable (acciones), renta fija (bonos) y mixtos, aunque puede haber muchos otros tipos de fondos, por ejemplo, de monedas, metales, futuros, etc.
Las acciones son títulos que representan parte del capital social de una empresa. Son colocados entre el gran público inversionista a través de la Bolsa Mexicana de Valores o de la nueva Bolsa Institucional de Valores. La tenencia de las acciones otorga a sus compradores los derechos de un socio y te convertiría por ende en ‘dueño’ de un pequeño pedazo de la misma.
El rendimiento lo puedes obtener de dos formas: dividendos o ganancias de capital.
Existen varios tipos de derivados financieros. Un derivado es un producto cuyo valor depende del valor de otro activo. Se pueden clasificar de varios modos, pero por el activo del que dependen pueden ser:
Derivados de tipo de interés: son aquellos derivados en los que su valor depende de tipos de interés. Estos derivados se suelen utilizar para protegerse de variaciones o exceso de exposición a un tipo de interés.
Derivados de divisas: son aquellos que intervienen en el tipo de cambio de moneda. En este tipo de derivados se suelen hacer opciones o futuros sobre una moneda distinta a la propia o incluso con dos monedas ajenas.
Derivados sobre ‘activos’ y ‘bienes’: son derivados cuyo valor depende de un activo intercambiado en los mercados de valores, por ejemplo acciones, bonos o materias primas, como el petróleo o el oro.
Una Nota Estructurada es un producto de inversión que consta de dos elementos: un bono y un instrumento derivado.
Para las Notas con protección del principal, el bono constituye la mayor parte de la inversión (por lo general 80%). Este elemento del bono es el que proporciona la protección del principal, para asegurar que obtendrás la totalidad de tu inversión original. Esto sólo aplica si la Nota se conserva hasta su vencimiento. El resto del dinero es colocado en un instrumento derivado y es el que generará el rendimiento del instrumento.
Como podrás ver, construir tu portafolio de inversión patrimonial comienza por conocerte financieramente, saber qué es lo que quieres y elegir los instrumentos adecuados. Cuando estés listo para iniciar un portafolio diversificado con alternativas más sofisticadas, puedes acercarte a los expertos de Banca Privada de Grupo Financiero Monex. Ellos saben cómo hacer que tu dinero trabaje para ti.