México se suma a la lista de países que han decidido endurecer su postura frente a las importaciones desleales, en un ambiente internacional marcado por tensiones comerciales y políticas proteccionistas.
La Secretaría de Economía envió recientemente al Congreso la iniciativa de ley titulada “Programa de Protección para las Industrias Estratégicas de México”, un paquete arancelario que busca resguardar a 19 sectores clave de la economía nacional frente a la competencia externa, en particular la proveniente de países con los que no existen acuerdos de libre comercio, como China, India o Turquía.
El paquete contempla un incremento arancelario en 1,463 fracciones, con un impacto estimado de 52 mil millones de dólares en importaciones, equivalente al 8.6% del total nacional. Las tasas oscilarían entre 10% y 50%, dependiendo del sector, donde los más afectados son autos ligeros, vestido, siderúrgico y textil, que podrían enfrentar hasta un 50% de gravamen. Otros rubros, como electrodomésticos, juguetes, muebles, calzado, plásticos y motocicletas, se ubicarían en el rango de hasta 35%.
De acuerdo con el análisis de Monex, la medida se apega a los límites establecidos por la Organización Mundial del Comercio (OMC), ya que los aranceles se aplicarían de manera generalizada a todos los países sin acuerdos de libre comercio, y no de forma individual. Esto permite a México defender su mercado interno sin exponerse a acusaciones de trato discriminatorio en foros internacionales.
El golpe más directo lo recibiría China, que concentra alrededor del 21.9% de las importaciones totales de México, generando un déficit comercial bilateral de más de 10,700 millones de dólares solo en julio. La dependencia hacia productos chinos —desde textiles y calzado hasta autopartes y electrónicos— convierte a este país en el objetivo central de la estrategia.
No obstante, como advierte el área de análisis de Monex, la iniciativa también es una señal política, ya que el anuncio ha sido visto como un alineamiento parcial con la política proteccionista de Trump y como una señal de que México priorizará el T-MEC. En otras palabras, la decisión no solo protege empleos y producción local, sino que también fortalece la posición de México en la relación con Estados Unidos y Canadá.
El programa busca proteger directamente a 325 mil empleos, distribuidos en sectores industriales de gran peso en la economía. La industria automotriz, por ejemplo, representa 23% de la manufactura nacional y ha sido duramente golpeada por la competencia de autos importados a precios abajo de inventario, según reconoció el secretario de Economía, Marcelo Ebrard.
El nuevo paquete arancelario llega en un momento en el que México ha reforzado su integración con Estados Unidos, pues en julio, 84.9% de las exportaciones mexicanas a su vecino del norte ingresaron bajo los beneficios del T-MEC, frente al 46.6% registrado apenas un mes antes
Este repunte, combinado con la nueva estrategia arancelaria, coloca a México en una posición favorable de cara a la revisión del T-MEC. Como señala el análisis de Monex, estas decisiones podrían ser bien recibidas por Estados Unidos, considerando las políticas proteccionistas de Trump y su objetivo de reducir la influencia asiática en la región.
“Este paquete es una señal de que México priorizará el T-MEC” - Janneth Quiroz Zamora, directora de Análisis Económico de Monex.
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