En los mercados financieros el riesgo es una constante inevitable, sin embargo, no todos los riesgos son iguales, y es crucial distinguir entre el riesgo diversificable y el riesgo no diversificable.
El riesgo diversificable, también conocido como riesgo específico o idiosincrático, es aquel que está relacionado con factores únicos de una empresa o industria en particular. Este tipo de riesgo puede surgir de eventos como problemas de gestión, huelgas, litigios, cambios en la demanda del producto o servicio, entre otros factores específicos.
La buena noticia es que el riesgo diversificable se puede mitigar a través de una adecuada estrategia de diversificación en tu portafolio de inversión. Al diversificar tus inversiones, reduces la exposición a los riesgos específicos de una empresa o industria, ya que si una de tus inversiones se ve afectada negativamente, el impacto en tu portafolio general será menor.
De esta manera, podemos afirmar que la diversificación es la clave para gestionar eficazmente el riesgo diversificable, y aquí te presentamos algunas estrategias efectivas que puedes implementar:
Diversificación por tipo de activo: Invierte en diferentes clases de activos, como acciones, bonos, bienes raíces, derivados, entre otros. Cada tipo de activo tiene su propia dinámica y responde de manera diferente a los eventos del mercado, lo que puede ayudar a reducir el riesgo general de tu portafolio.
Diversificación por sector: No concentres todas tus inversiones en un solo sector económico, sino que distribuye tus inversiones en diferentes sectores, como tecnología, salud, energía, finanzas, entre otros. Esto te protege contra los riesgos específicos de un sector determinado.
Diversificación geográfica: Invierte en diferentes regiones y mercados internacionales. Cada país o región tiene su propia economía, regulaciones y factores políticos, por lo que al diversificar geográficamente, reduces la exposición a los riesgos específicos de un solo mercado.
Diversificación por estilo de inversión: Combina diferentes estilos de inversión, como valor, crecimiento, ingresos, entre otros, pues cada estilo tiene su propia lógica y responde de manera diferente a las condiciones del mercado, lo que puede ayudar a diversificar aún más tu portafolio.
La diversificación no es un proceso estático, sino que requiere un monitoreo y ajustes continuos, y a medida que cambien las condiciones del mercado y la situación de tus inversiones, deberás estar preparado para rebalancear tu portafolio y mantener la diversificación adecuada.
Además, es importante revisar periódicamente tu perfil de riesgo y objetivos de inversión, ya que estos pueden cambiar con el tiempo. Una adecuada gestión del riesgo diversificable implica ajustar tus estrategias de diversificación de acuerdo a tus necesidades y preferencias actuales.
No permitas que el riesgo diversificable ponga en peligro tus metas de inversión. En Monex, contamos con asesores financieros altamente capacitados e instrumentos de inversión que te ayudarán a implementar estrategias de diversificación efectivas y mantenerte a la vanguardia en la gestión de riesgos.
Contáctanos y descubre cómo podemos ayudarte a construir un portafolio diversificado y resiliente que te permita alcanzar tus objetivos financieros con confianza.