Cuando se quiere invertir es conveniente tomar en cuenta el rendimiento que tu inversión va a generar, el riesgo, el plazo, el perfil que tienes como inversionista y los instrumentos de inversión que existen.
Los instrumentos de inversión se dividen en renta variable y de deuda. Al contratar los de renta variable se desconocen los rendimientos que se van generar una vez finalizado el plazo, y son: acciones o fondos de inversión.
Los instrumentos de deuda permiten saber el rendimiento que se va a obtener y son: Certificados de la Tesorería (Cetes), bonos de desarrollo del Gobierno Federal (Bondes) y pagarés con rendimiento liquidable al vencimiento (PRLV´s).
La Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (CONDUSEF) recomienda comenzar a invertir con Cetes, los cuales son bonos gubernamentales con plazo de 28, 91, 182 y 364 días. Estos títulos se comercializan a descuento (por debajo de su valor nominal), no pagan intereses en el transcurso de su vida y liquidan su valor nominal en la fecha de vencimiento.
Otro instrumento de inversión son los pagarés con rendimiento liquidable al vencimiento (PRLV´s), títulos de corto plazo emitidos por instituciones de crédito que ayudan a cubrir la captación bancaria y alcanzar el ahorro interno de los particulares, establecen una tasa de rendimiento con plazo de 7,28, 91, 180, y 360 días.
La Comisión también sugiere adquirir Bondes, valores gubernamentales a tasa flotante, que pagan intereses, éstos se emitieron por primera vez en 1987 y fue a partir de agosto de 2006 que se colocaron los Bondes D, los cuales pagan intereses en pesos cada mes y actualmente se subastan a plazos de 3, 5 y 7 años.
La tasa de interés que pagan se determina componiendo diariamente la tasa a la cual las instituciones de crédito y casas de bolsa realizan operaciones de compra-venta.
Existen los Bonos de Desarrollo del Gobierno Federal con Tasa de Interés Fija (Bonos) emitidos y colocados a 3, 5,10, 20 y 30 años, pagan intereses cada seis meses y, a diferencia de los Bondes, la tasa de interés se determina desde la emisión del instrumento y se mantiene fija a lo largo de toda la vida del mismo. Lo anterior ocasiona que los bonos no puedan ser intercambiados entre sí, a menos que paguen exactamente la misma tasa de interés.
Los Bonos de Desarrollo del Gobierno Federal denominados en Unidades de Inversión (Udibonos) protegen de la inflación, se emiten a plazos de 3, 10 y 30 años. Los títulos devengan intereses en pesos cada seis meses, esto es cada 182 días o al plazo que sustituya a éste en caso de días inhábiles. Su valor nominal es de 100 UDIS (cien Unidades de Inversión).
La tasa de interés que pagan estos títulos es fijada por el Gobierno Federal en la emisión de la serie y es dada a conocer al público inversionista en la Convocatoria a la Subasta de Valores Gubernamentales y en los anuncios (“esquelas”) que se publican en los principales diarios cada vez que se emite una nueva serie.
El Instituto para la Protección al Ahorro Bancario (IPAB) emite Bonos de Protección al Ahorro (BPAS), utilizando para ello al Banco de México como su agente financiero. Estos títulos son emitidos en plazos de 3, 5 y 7 años y pagan intereses en plazos iguales a los de Cetes.
Al que paga cada mes se le identifica como BPAG28, al que paga cada tres meses se le identifica como BPAG91 y al que paga cada seis meses como BPA182. Los títulos devengan intereses en pesos. Los instrumentos del IPAB se pueden intercambiar entre sí, siempre y cuando venzan en la misma fecha y sean de la misma clase, independientemente de la fecha en la que hayan sido emitidos.
La principal ventaja de contar con la segregación de los intereses, y el principal de los bonos a tasa fija, es ofrecer a los inversionistas la posibilidad de contar con una amplia gama de valores gubernamentales cupón cero a corto, mediano y largo plazo.
Esta segregación es útil para los inversionistas institucionales, tales como las compañías de seguros, que buscan que sus inversiones se ajusten al riesgo de mercado de sus pasivos.
Los títulos a tasa fija de largo plazo, tanto en pesos como un UDIS, se pueden segregar, lo cual quiere decir que los pagos de los intereses (cupón) y el pago del principal se pueden documentar de manera individual. Por ejemplo, un bono a plazo de 5 años que paga intereses en 10 fechas distintas y el principal al vencimiento, se puede documentar y segregar en 11 bonos distintos de cupón cero (uno por cada pago de intereses y uno por el pago del principal).
Cuando un instrumento se segrega, el perfil de riesgo de mercado del instrumento cambia, no así su riesgo de crédito. La principal ventaja de contar con la segregación de los intereses, y el principal de los bonos a tasa fija, es ofrecer a los inversionistas la posibilidad de contar con una amplia gama de valores gubernamentales cupón cero a corto, mediano y largo plazo.
Fuentes: Condusef y Banco de México.
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