El desarrollo del mercado de derivados en las transacciones financieras surgió en la región de los Países Bajos, en particular, Holanda, reconocida como el principal centro financiero de Europa, pues en ese lugar se realizaron operaciones especulativas sobre el plazo de las entregas de cargamentos de granos.
El auge de esas negociaciones se da en las primeras tres décadas del siglo XVII con la compra y venta de bulbos de tulipanes, también conocido como Tulipomanía. La demanda por esta flor aumentó de tal manera que logró introducir este producto en la bolsa de valores de Holanda, la euforia por su adquisición provocó negociar con la cantidad de bulbos y su precio.
Años más adelante –en el siglo XVIII– en Japón iniciaron las operaciones de futuros financieros para comerciar arroz. Este mercado –nombrado cho ai mai– fue creado para administrar la volatilidad de los precios del cereal debido a la vulnerabilidad del mismo a factores como el tiempo, guerras, o problemas con su cosecha.
A mediados del siglo XIX surge el mercado de futuros de Chicago y de New York, que desde entonces cubre la mayor parte de las operaciones de los instrumentos derivados que se manejan en los centros financieros del mundo.
Fue hasta la década de los 80s cuando el mercado de derivados no organizado u Over The Counter (OTC) toma mayor fuerza al brindar instrumentos ‘a la medida’ para los inversionistas.
El uso de estos instrumentos fue en aumento debido a sus características y que no estaban regulados. No obstante todos los valores involucrados en la crisis global de 2008 – tras el ‘pinchazo’ de la burbuja inmobiliaria– fueron negociados en mercados OTC.
En consecuencia en septiembre de 2009, los principales gobiernos del mundo junto con autoridades reguladoras se reunieron en el G-20 para reforzar la regulación de los mercados OTC. A partir de ahí se logra una mayor transparencia en sus transacciones.
De manera paralela los bancos de inversión buscaron crear nuevos instrumentos de este mercado. Así surgen los productos estructurados que son la unión de varios valores que forman una sola estructura.
En Grupo Financiero Monex la Nota Estructurada es uno de sus instrumentos principales. Dentro de sus principales ventajas está brindarle un mayor rendimiento al inversionista sin una alta exposición al riesgo.
Los derivados han cobrado fuerza en el sistema financiero para mitigar el riesgo en las inversiones. Para el Fondo Monetario Internacional y la Corporación Financiera Internacional (IFC, por sus siglas en inglés) estos instrumentos en México promueven esquemas de estabilidad macroeconómica y facilitan el control de operaciones financieras.
Te presentamos una línea del tiempo con fechas relevantes para el mercado de derivados en el país:
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