El objetivo de las finanzas conductuales es explicar las anomalías bursátiles (alta volatilidad, anomalías de calendario, etc.) teniendo en cuenta la psicología del inversor y los sesgos cognitivos presentes.
Esta disciplina se opone a la teoría económica clásica que dice que el inversor es racional siempre y cuando tenga la información transparente y suficiente de los mercados. Vista desde el lado de los inversionistas, ayuda a optimizar las decisiones de ahorro e inversión.
En realidad, incluso en presencia de toda la información útil, el tomador de decisión puede orientar su elección en función de criterios irracionales.
¿Cómo influyen las finanzas conductuales?
La mayoría de las teorías económicas se basan en la idea de que el comportamiento de los individuos en los mercados es racional. Sin embargo, cuando se producen anomalías en el mercado, como las burbujas especulativas (cuando se producen compras masivas), la forma de actuar de los inversores no sólo se debe a las asimetrías de información o al fracaso de la teoría del mercado eficiente, sino también a un comportamiento irracional, influido por fuertes emociones: en eso consisten las finanzas conductuales.
En situaciones de pánico, es decir, cuando la gente no tiene la certeza de una inversión segura y se ve desbordada por las emociones, se toman decisiones que son cualquier cosa menos racionales.
Por ejemplo, el miedo a perder los ahorros por un movimiento equivocado es tres veces mayor que la satisfacción derivada de una inversión rentable. Por lo tanto, la incertidumbre tiene una gran influencia en el comportamiento económico y financiero.
El papel de las finanzas conductuales en las inversiones rentables
Una vez establecido que las personas no son completamente racionales y que los mercados no son completamente eficientes, entender los mercados financieros en relación con el comportamiento social e individual se vuelve más fácil.
Para evitar que las decisiones de los individuos influyan negativamente en sus inversiones financieras y para garantizar que dichas inversiones personales sean rentables y los ahorros estén asegurados, es bueno controlar ciertos elementos, entre ellos:
- Emociones, especialmente la inseguridad, el miedo, el arrepentimiento, el orgullo, pero también la codicia;
- Errores cognitivos: en este caso concreto, la mente razona racionalmente, pero el riesgo de cometer errores por un exceso de inseguridad u optimismo, como la creencia de que se pueden controlar fenómenos que en realidad son incontrolables, está siempre a la vuelta de la esquina;
- La aversión a las pérdidas. Por lo general, se produce una situación en la que la persona que ya ha sufrido una pérdida se ve más tentada a arriesgar de nuevo con la esperanza de recuperar la inversión perdida, con una probabilidad muy alta de empeorar su situación, como un verdadero jugador, y perder aún más.
Pararse y pensar antes de actuar es fundamental
Entender las finanzas conductuales significa comprender la lógica del mercado y ayudar a los inversores a tomar decisiones que tengan en cuenta los riesgos y los posibles errores, con paciencia y conciencia.
Las finanzas conductuales permiten anticiparse a los errores de los inversores, comprender las razones de los mismos y educarlos de alguna manera para futuras elecciones, sobre todo fomentando un menor exceso de confianza.