Dentro del lenguaje financiero es muy común que entre los inversionistas se hable sobre la eficiencia del mercado de valores; sin embargo, este es un concepto poco discutido y comprendido entre los propios inversores.
La hipótesis del mercado eficiente es una teoría económica que sugiere que los precios de los activos reflejan toda la información disponible. Según esta teoría, ni el análisis fundamental ni el análisis técnico pueden producir rendimientos excesivos ajustados al riesgo, ya que los precios de mercado solo deberían reaccionar a la nueva información.
Esto sugiere que los activos, ya sean acciones o bonos, en las bolsas de valores siempre cotizan a su valor razonable, esto eliminaría a los inversores la oportunidad de comprar activos infravalorados o vender activos a precios inflados. Por lo tanto, los inversionistas no pueden vencer al mercado con la ayuda de la volatilidad y la selección de valores por parte de expertos.
Según la hipótesis del mercado eficiente, la única forma de que los inversionistas pueden obtener mayores rendimientos es realizando inversiones más riesgosas.
Características que debe tener un mercado eficiente:
- Amplitud. Cuanto mayor sea el número de activos que se intercambian, más amplio será el mercado.
- Transparencia. Un mercado es transparente cuando todos sus participantes tienen la máxima información posible sobre las condiciones del mismo, para que puedan tomar sus decisiones de forma adecuada.
Esta información debe ser clara, completa y veraz, y estar accesible para todos los inversionistas. Para ello es esencial que sea sencillo obtener dicha información y que no tenga costo alguno. - Libertad. Que no existan limitaciones de entrada y de salida de los inversionistas en el mercado.
- Profundidad. Cuanto mayor sea el número de órdenes de compra y venta por cada tipo de activo, más profundo será el mercado.
- Flexibilidad. Es la rapidez en la reacción de los inversionistas ante los posibles cambios que puedan producirse en el mercado.
Formas de hipótesis del mercado eficiente
Débil: Asume que el precio actual de mercado refleja toda la información pasada sobre el precio de un valor. Por lo tanto, los movimientos futuros de los precios de los activos no pueden predecirse basándose en los movimientos anteriores de los precios.
Esto significa que el análisis fundamental podría ayudar a los inversores a recopilar información y generar algún beneficio superior al promedio, pero no existen patrones para ganancias futuras. En cuanto al análisis técnico, es una metodología ineficaz en un mercado eficiente.
Intermedio: Señala que toda la información disponible públicamente se tiene en cuenta en el precio de mercado. Su estudio, que incluye toda la información financiera de las empresas y las cotizaciones históricas de las activos, no puede dar lugar a resultados superiores a la media.
Ni el análisis fundamental ni el técnico pueden proporcionar información ventajosa, ya que toda la información nueva se refleja al instante en el precio en el mercado. Solo aquellos con datos privados podrían tener una ventaja.
Fuerte: Indica que el precio incorpora toda la información existente, tanto pública como privada, en el precio de un valor. Por tanto, ningún inversionista podría superar sistemáticamente al mercado en su conjunto.
La única forma en que un inversionista podría obtener un rendimiento excesivo es usando información privilegiada. El análisis técnico y fundamental serían de poca utilidad ya que ninguno podría proporcionar información ventajosa.
¿Se le puede ganar al mercado o siempre es eficiente?
Una de las críticas más fuertes a esta teoría es que sí se pueden sacar más rendimientos por encima del promedio del mercado. Sin embargo, como inversionista dependerá completamente de la estrategia que ponga en marcha, el riesgo que se esté dispuesto a asumir y la forma en que invierta en los mercados financieros.
Para lograr mayores rendimientos, el inversionista debe reconocer que ciertos mercados son más eficientes que otros y tendrá que elaborar su estrategia utilizando fondos pasivos para mercados altamente eficientes y fondos activos para mercados menos eficientes.