El tipo de cambio es una de las variables macroeconómicas más analizadas y discutidas entre los expertos financieros debido a su gran importancia, no solo en la valuación de portafolios de inversión sino en los impactos que tiene en los diferentes indicadores macro.
La mayoría de los países carecen de recursos para producir todo por sí mismos, por lo que dependen del comercio exterior para comprar lo que les falta y vender el excedente que producen. Muchas economías importan más bienes y servicios de los que exportan, lo que genera un déficit comercial, pero si las exportaciones son mayores, el país tiene un superávit comercial.
De acuerdo con cifras del INEGI, México reportó en 2019 un superávit comercial de 5 mil 820 millones de dólares, un repunte de 2.3% en sus exportaciones y con una caída de 1.9% en sus compras desde el exterior.
La mayoría de los países tienen su propia moneda y la cambian por moneda extranjera para comprar productos extranjeros. Cuando venden las exportaciones, cambian los pagos realizados en moneda extranjera por dinero nacional.
El tipo de cambio compara el valor de una moneda con otra, generalmente el dólar estadounidense. Por ejemplo, un dólar estadounidense compra alrededor de 20 pesos mexicanos.
Las continuas transacciones internacionales hacen que el tipo de cambio suba o baje, dependiendo de la oferta, la demanda y los eventos geopolíticos. La apreciación es el aumento en el valor de una moneda en comparación con otras, la cual podría comprar más dinero extranjero. La depreciación es la disminución en el valor de esa moneda, por lo que puede comprar menos.
Las pequeñas variaciones diarias no suelen tener ningún efecto sobre el déficit comercial. Pueden alterar las ganancias del negocio ese día, pero no hay consecuencias importantes. Sin embargo, mayores variaciones de largo plazo pueden tener un impacto en el déficit comercial porque afectan los costos de las importaciones, el precio relativo de las exportaciones y la demanda de productos internos.
La apreciación de la moneda tiende a abaratar las importaciones porque la misma cantidad de moneda local puede comprar más productos extranjeros. Los consumidores locales pueden encontrar mejores precios en los productos importados, por lo que las importaciones tienden a aumentar.
La apreciación también puede hacer que la producción nacional pierda competitividad en el mercado internacional porque los productos locales ahora valen más en moneda extranjera. Por su parte, las exportaciones tienden a disminuir. Más importaciones y menos exportaciones aumentan el déficit comercial.
Comprender el impacto que tiene la depreciación de la moneda en la balanza comercial de una nación es crucial para cualquier inversionista, es por ello que debes informarte sobre los indicadores macroeconómicos del país.
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