Las personas en situación de vulnerabilidad tienen los mismos derechos y obligaciones laborales que cualquier otra. La inclusión laboral debe ser vista como una estrategia de responsabilidad social.
Un trabajo decente se lleva a cabo en condiciones de libertad, equidad, dignidad y seguridad humana. El acceso al trabajo para las 1,000 millones de personas con discapacidad (15% de la población mundial) es un desafío importante y de alto impacto económico y social, indica la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
Las personas en situación de vulnerabilidad tienen los mismos derechos y obligaciones laborales que cualquier otro ciudadano, estipula el artículo 1º de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos. La Ley Federal del Trabajo señala que las condiciones laborales no pueden ser inferiores (art 56º), que los jefes tienen prohibido negarse a aceptar colaboradores por razón de edad o sexo (art 133º) y que todo empleado tiene derecho a recibir capacitación o adiestramiento (art 153-A).
Por esta razón, es importante apoyar el desarrollo integral de los colaboradores y el de sus familias mediante programas que concilien la vida personal, familiar y laboral, para crear entornos favorables que estimulen su participación.
Las discapacidades se dividen en:
- Física: cuando se presenta dificultad o movilidad reducida, y se hace uso de prótesis, sillas de ruedas u otro equipo.
- Visual: ceguera total o parcial.
- Auditiva: sordera total o parcial.
- Mental-intelectual: cuando hay dificultad para recordar, percibir, u otras funciones cognitivas.
- Psíquica-psiquiátrica: persona que presenta trastornos notorios o permanentes en la adaptación a algunas situaciones o ambientes.
- Visceral: cuando hay dificultad en el funcionamiento de los órganos internos: corazón, pulmón, riñón o hígado.
- Múltiple: persona que presenta más de una discapacidad.
Aproximadamente 85 millones de personas en Latinoamérica tiene algún tipo de discapacidad, entre 80% y 90% de estas personas están en situación de desempleo, y es la Organización The Trust for the Americas la que propone hacer partícipe a personas en situación de discapacidad. De acuerdo con la organización, lo que las empresas deben hacer para promover la inclusión laboral es:
- Hacer uso de un lenguaje incluyente: evitar palabras peyorativas como: impedido, inválido, minusválido o incapacitado. La Convención Internacional por los Derechos de las Personas con Discapacidad de Naciones Unidas (ONU) dispone que el término adecuado para referirse a este grupo de la población: personas con discapacidad, o personas en situación de discapacidad.
- Hacer accesible el lugar de trabajo: tanto física como tecnológicamente, colocar sendas, bordes y postes. Para las personas con deficiencia visual tener condiciones óptimas de iluminación y de acústica, contar con sistemas de aviso, alarmas y programas de reconocimiento de voz.
- Brindar asistencia grupal: si hay una persona con sordera, hay que implementar el lenguaje de señas para que todos los colaboradores puedan comunicarse con la persona que lo necesite.
- Proporcionar acceso y capacitación: en el uso de Tecnologías de Información (IT) a personas en situación de discapacidad.
- Asegurar la optimización de la salud: en el caso de las personas mayores de 60 años asegurar su salud, la participación y seguridad laboral, con el fin de mejorar su calidad de vida.
- No discriminar a personas a personas con VIH: la Organización Panamericana de la Salud (OPS), recomienda evitar el uso de las palabras: sidoso, infectado, portador, contaminado o enfermo y que la terminología apropiada para el VIH, es: persona con VIH. E instaurar programas de información y medidas educativas que fomenten ambientes sanos, seguros y con reglas sencillas que reduzcan al mínimo el riesgo por VIH.
En el último punto hay que hacer consciencia de que trabajar con una persona con VIH no representa ningún riesgo, que el Virus de Inmunodeficiencia Humana jamás se va a transmitir por dar la mano, abrazar, dar un beso en la mejilla, usar la misma regadera de baño, toser o estornudar, usar el mismo jabón o toalla, sentarse en la misma silla o retretes.
Fuentes: Secretaría del Trabajo y Previsión Social, Organización Internacional del Trabajo (OIT), Sociedad de Fomento Fabril (Sofofa), Movimiento Congruencia, Guía Regional de Accesibilidad para empleadores y The Trust for the Americas.
En Grupo Financiero Monex por medio de la campaña Conoce tus números realizamos estudios de laboratorio a todos nuestros colaboradores, con estas medidas de prevención se han evitado más de 1,600 días de ausentismo laboral.
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