Los derivados financieros son una gran alternativa para los inversionistas, aportan una serie de beneficios como: cobertura y gestión de riesgos, menores costos de transacción, ayudan al apalancamiento y puede transferirse el riesgo.
Por lo anterior, el inversor cuenta con mayor certidumbre en sus portafolios y puede mejorar sus rendimientos y reducir costos.
En este mercado se identifican dos tipos de activos subyacentes: financieros y no financieros. La diferencia radica en el activo al que esté asociado.
En el caso de los derivados financieros su valor se define por los activos:
En caso de los derivados no financieros, su valor se relaciona con materias primas o productos básicos: energía, metales como el oro o cobre, agrícolas, alimentos o insumos industriales, la forma tradicional de su negociación es a través de los mercados de futuros.
Los mercados en los que se llevan a cabo operaciones con instrumentos derivados son:
Los swaps son un tipo de producto financiero para intercambiar un activo o deuda, los forwards son otro tipo de productos financieros para comprar o vender en un precio y fecha determinada, y por ultimo, las opciones se trata de un contrato que otorga a una persona la posibilidad de comprar o vender un calor a un inversor.
Los derivados se pueden usar ya sea para asumir el riesgo o transferir el riesgo con la posibilidad de generar una ganancia y se han convertido en una necesidad tanto para comerciantes como para inversores, pues con ellos se logra mitigar el riesgo en los mercados volátiles y agitados, y así mejorar el rendimiento de los portafolios, son como una especie de seguro de inversión.
En 2024, el mercado mexicano de derivados alcanzó un volumen histórico de más de 102 billones de pesos, un crecimiento de más del 60 % respecto al año anterior. La mayor parte correspondió a swaps de tasas de interés, el instrumento preferido de empresas y bancos para cubrirse de movimientos en el costo del dinero.
En 2025, la actividad se ha mantenido dinámica: solo en el primer semestre se negociaron cerca de 45 billones de pesos, con un repunte notable en junio. La tendencia confirma que los derivados se han vuelto una herramienta indispensable no solo para los grandes jugadores financieros, sino también para empresas medianas que buscan blindar sus flujos frente a la volatilidad cambiaria o de tasas.
MexDer también ha ganado terreno. En el primer trimestre de 2025 registró ingresos por 65 millones de pesos, impulsados principalmente por los futuros de dólar. Aunque el mercado OTC sigue siendo dominante, la participación del mercado organizado muestra que hay un creciente interés por instrumentos con mayor transparencia y seguridad operativa.
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