El mercado de derivados es un segmento compuesto por contratos que ligan su valor a otro instrumento financiero o no financiero, conocido como activo subyacente, es decir, un bien que puede estar sujeto a un convenio en un plazo y establecido en la bolsa, como las acciones, índices o divisas.
Con ello, los derivados ofrecen la posibilidad de protegerse ante diversos factores que ocasionan volatilidad en cualquier transacción financiera, con el objetivo de dar estabilidad frente a posibles problemas que enfrentan las emisoras.
Este tipo de transacciones comenzaron en el gobierno de Carlos V, en los Países Bajos en 1537, cuando pusieron en marcha un marco legislativo para apoyar las operaciones comerciales y financieras de esa región. Estos instrumentos financieros mostraron un mayor auge entre 1630 a 1637 en Holanda en el mercado de tulipanes. En este nicho, se trata de un mercado estacional que cuenta con futuros y opciones con vencimientos anuales.
No fue hasta inicios del siglo XVIII que en Japón surge el primer mercado de futuros organizado para el arroz, uno de los principales productos de comercialización de esa economía. El arroz es uno de los productos cuyo precio es muy volátil, por ello, los comerciantes diseñaron un sistema estable de mercado a futuro, con la intención de dar un poco de certeza a las operaciones. Fue entonces que surgió el primer mercado de futuros en el mundo llamado cho-ai-mai que significa mercado de arroz a plazo.
Años más adelante –en 1973– en Chicago, se creó el primer contrato que permitía asegurar un tipo de cambio para una fecha futura. A partir de entonces surgen otros derivados que permiten la compraventa de activos financieros como acciones, bonos, índices, tipos de interés, entre otros, con una fecha posterior a la fecha del acuerdo.
El desarrollo de esta bolsa de derivados, considerada una de las más importantes a nivel internacional, está gestionada a cargo de CME Group, es la plataforma que ha conformado el sector de futuros.
En 1982 CME Group lanzó su primer contrato de futuros sobre índices bursátiles, así como futuros sobre el índice S&P 500. Cinco años más tarde presenta los primeros futuros electrónicos, con la conceptualización e inicio del desarrollo a través de su plataforma CME Globex.
En México, este espacio tienen menos tiempo de operación. Sus transacciones comenzaron en 1998 al listar este tipo de instrumentos en valores de la bolsa bajo la autorización de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público.
MexDer, es la Bolsa de Derivados de México donde se acuerdan los contratos de cada instrumento y así fijar el costo de compra o venta de un activo subyacente. La importancia de que el país cuente con este segmento, ayuda a promover esquemas de estabilidad macroeconómica y facilita el control de riesgos entre entidades financieras, tal como lo destaca el Fondo Monetario Internacional (FMI) y la Corporación Internacional de Finanzas (IFC).
La Bolsa Mexicana de Valores define a los derivados como instrumentos cuya característica es fijar el importe de un servicio, acciones, títulos de deuda pública o privada, índices, tasas, entre otros.
Los productos derivados sirven para minimizar el riesgo de aquellos agentes que desean venderlo o que quieren adquirirlo, lo que permite usarlos con finalidades distintas.
De esa forma, se crean para cubrir un activo financiero ante las fluctuaciones que enfrenta cualquier transacción, en particular, en condiciones de volatilidad como sucede con los commodities o las divisas. Por ejemplo, en el mercado forex funciona para fijar el costo de una moneda en una transacción y así poder cumplir con las obligaciones de esa operación con el precio fijado a través de ese convenio sobre el valor de la moneda.
Dentro de sus principales características está que no es necesaria una inversión grande para funcionar, lo que lo hace accesible a todo tipo de personas o empresas, ya sean grandes, medianas o pequeñas.
No obstante, es importante no olvidar que el valor de un derivado dependerá de las fluctuaciones o las variables que puedan impactar en la cotización del activo subyacente.
Si bien, estas herramientas pueden operar en cualquier mercado —de capitales, monedas, tasas de interés o bienes como el petróleo, entre otros—, para determinar cuáles son sus principales características en los mercados bursátiles es importante conocer las funciones de cada uno para saber cómo utilizarlos.
El objetivo fundamental de este mercado es la posibilidad de ofrecer instrumentos de inversión y cobertura que permita a los inversionistas oportunidades para gestionar en forma efectiva los riesgos.
Los derivados se pueden clasificar según el tipo de contrato y el lugar en donde se negocian y su finalidad. Entre los diferentes tipos de derivados se encuentran:
Futuros: son los contratos obligatorios de compra y venta en fechas a largo plazo de un producto, usualmente se utilizan en commodities para establecer el precio, la fecha de inicio y la fecha de finalización. En este tipo de operaciones se busca especular sobre los movimientos del activo con la intención de tener una cobertura ante cualquier eventualidad. No hay intercambio inicial.
Opciones: es el convenio entre dos partes en donde el inversionista tiene derecho de realizar una compra o venta con cláusulas acordadas previamente en un contrato. Generalmente, al momento de establecer el contrato se debe fijar el precio y la fecha para realizar un pago que otorga ese derecho al inversionista. El comprador paga una prima.
Forwards: son contratos pactados entre dos partes con la intención de adquirir o vender un activo a largo plazo. En esta negociación se otorga el valor, fechas de inicio y finalización del convenio para que se cumpla dicha operación con estos lineamientos. Este tipo de acuerdos suelen ser más utilizados en forex. Se puede decir que funcionan de una manera similar a los futuros, pero en este caso operan en el mercado over-the-counter (OTC), un espacio donde se negocian instrumentos de manera paralela al resto de operaciones de la bolsa y con mayor flexibilidad en montos y vencimientos.
Swap: están hechos a la medida en la realización de un contrato entre dos partes que acuerdan un intercambio de flujos financieros en una fecha específica. Este contrato se utiliza para cubrir riesgos sobre tasas de interés, incluso, los inversores pueden especular sobre los movimientos de ese activo y anticiparse ante un escenario negativo.
La manera en que funcionan estos instrumentos se asemeja a un acuerdo entre el comprador y el vendedor con una fecha determinada por ambas partes sobre una operación que se llevará a cabo hacia delante.
Con este convenio ambos participantes se protegen de riesgos que no pueden controlar ninguno de los dos, o bien, para ganar dinero a través de la especulación, es decir, si una de las partes conoce a qué puede estar expuesto un derivado tiene la ventaja de detectar cuáles son las mejores opciones para invertir.
Los derivados se pueden adquirir por tres razones principales:
Sin duda la persona que busca contratar uno de estos instrumentos debe tener claro que el derivado tiene un precio que varía en función a lo que haga el activo, es decir que la utilidad o pérdida depende del producto principal.
Conocemos las alternativas y opciones en las que un inversionista puede contratar un derivado, pero ¿dónde los puedes adquirir? CME Group en su portal detalla que existen dos mercados:
La cultura de la prevención es una práctica fundamental para cualquier transacción financiera que las empresas e inversionistas buscan para proteger su capital.
Actualmente, la poca certidumbre en los mercados, debido a los impactos que puede tener un plan o proyecto por factores externos e internos, aumenta la necesidad de garantizar una seguridad en sus operaciones, es por eso que con los productos derivados encuentran una manera de hacerlo.
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Con los derivados financieros puedes flexibilizar y ajustar tus inversiones con lo que puedes posicionarte de tal manera que logres un beneficio del mercado. Aunque también puedes ajustar tus inversiones a la visión de mercado que se presente.
En México encontramos que existe la bolsa de derivados o MexDer, la Cámara de Compensación, los operadores, socios y clientes. Cada integrante cumple una función distinta en la negociación de contratos de derivados; por ejemplo, compensar o pagar, ejecutar, comprar o vender contratos para cubrir un riesgo o especular sobre un activo.
La Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) es la entidad encargada de autorizar o negar la solicitud de autorización, previa opinión de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores y el Banco de México (Banxico) con la intención de aprobar la constitución de la bolsa.
Las condiciones generales de este tipo de contratos en el país son mediante MexDer, pues es quien establece los derechos y obligaciones, así como los términos y condiciones a los que se sujetarán los participantes.
La principal función de la Cámara de Compensación es asegurar las liquidaciones de todas las operaciones del mercado. Dentro de sus principales funciones, recibe los depósitos iniciales que los socios trasladan a los clientes u operadores por contrato.
Posteriormente, la Cámara actualiza todos los días el valor del activo, así como las ganancias o pérdidas que hayan sufrido los contratos y, por último, transfiere las aportaciones iniciales mínimas de los clientes ya sean ganancias o pérdidas. La Cámara de Compensación está constituida por un conjunto de fondos a través de los cuáles se garantiza el cumplimiento de las negociaciones
En México este mercado opera a través de su Cámara de Compensación (Asigna) para ser reguladas bajo la supervisión de las Autoridades Financieras como son la SHCP, el Banxico y la CNBV. El modo de operar de MexDer, según detalla la BMV en su portal, es la siguiente:
Es cierto que los derivados financieros son flexibles y son utilizados por gran parte de los participantes en el mercado; no obstante, las razones por las que optan por un tipo de derivado pueden cambiar.
En general, se identifican las siguientes razones: por cobertura ante un hecho inesperado y que pueda poner en peligro el precio, de esa forma se logra tener apalancamiento. También está la alternativa de invertir por especulación.
Las ventajas que los inversionistas pueden encontrar en los derivados financieros se aplican en:
Se puede operar con derivados de dos modos distintos. El primero es over-the-counter (OTC). Este se basa en que las partes implicadas negocian las condiciones del contrato de manera privada en un mercado regulado. Los contratos no son estandarizados, son flexibles, la liquidación es entre las partes y no se operan en bolsa sino de manera bilateral.
Con la minimización del riesgo de la contraparte en operaciones en bolsa, esta no viene en la ley de valores sino de que la Cámara de Compensación se vuelve la contraparte de todas las operaciones.
Si bien existen diferentes instrumentos en este mercado para identificar cuál de ellos te conviene y en con qué condiciones es la mejor alternativa, te enlistamos algunos consejos para invertir en derivados:
La principal diferencia entre las opciones y los futuros es que las opciones otorgan al tenedor el derecho de comprar o vender el activo subyacente al vencimiento, mientras que el tenedor de un contrato de futuros está obligado a cumplir los términos de su contrato.
Con una operación tan específica del mercado de derivados, antes de comenzar, debes considerar estos puntos básicos para operar con éxito estos instrumentos:
El rol de una asesor financiero toma mayor relevancia en este mercado. Con su experiencia encontrarás la mejor estrategia para cubrir del riesgo tus inversiones, o bien, lograr mayores ganancias con los derivados.
Sin duda la atención especializada que brinda un asesor te guiará en el mundo bursátil y, en particular, para tener un buen manejo de tus recursos financieros.
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Si estás interesado en invertir en este tipo de activos, cuenta con los expertos de la Banca Privada de Grupo Financiero Monex para darte una guía sobre cualquier operación y requerimiento para una transacción.
Te ayudamos a personalizar tus transacciones y así tener un monto, activo y el plazo que mejor te convenga al invertir en cualquier tipo de derivado y te asesoramos en operaciones asociadas con activos como monedas, tasas de interés e índices bursátiles.